segunda-feira, 15 de abril de 2013

Afirman que la miel supera al uso de pomadas para curar heridas


Marcela Toso Publicada el 14-04-2013


Es más efectiva para curación heridas infectadas que pomadas tradicionales,


AFIRMAN QUE LA MIEL SUPERA AL USO DE POMADAS PARA CURAR HERIDAS

Un trabajo científico comprobó la efectividad de la miel para el tratamiento de heridas infectadas, tras comparar su aplicación con pomadas tradicionales como gentamicinama nitrofurazona y neomicina.

Mejoría en más del 63% de casos

Más aún, al cuarto de día de aplicación en heridas sépticas pudo constatarse que la miel logró una recuperación del 63, 15%, mientras que los productos medicinales en igual período mostraron buenos resultados en un porcentaje del 16, 32.

Casi cuatro veces más positiva

La Revista Cubana de Cirugía publicó que la miel pura, sin calentar, calibra la velocidad de cicatrización, por lo que es casi cuatro veces más positiva y en un corto plazo en relación con las pomadas comúnmente prescriptas.

La investigación se concretó en 200 pacientes (todos con heridas infectadas), atendidos en los servicios de cirugía general del Hospital «Freyre Andrade» y la Clínica Central «Cira García»de La Habana, los que fueron seguidos por el término de 10 años, a fin de valorar su evolución y posibles complicaciones.

Riqueza de la miel: vitaminas y minerales

Posee todas las vitaminas que los bromatólogos o especialistas en nutrición consideran necesarias para la salud humana, en especial:

· las del grupo B, tiamina, niacina, riboflavina, ácido pantoténico, piridonxina y biotina;
· ácido ascórbico o vitamina C.

Se distingue de las frutas y verduras, dado que estas últimas pierden su contenido vitamínico en el transcurso de su cosecha, almacenaje y preparación.

En cambio la miel, si no se la calienta, conserva siempre sus vitaminas y suma minerales esenciales:

· hierro, fósforo, aluminio y magnesio.

Cómo se desarrolló el análisis médico

De forma aleatoria los pacientes se dividieron en dos grupos de cien personas cada uno.

El primer grupo (control) recibió una cura local diaria con solución salina al 0, 9%, junto conantisépticos locales y antibióticos en ungüentos elaborados con gentamicina, nitrofurazona y neomicina.

Los otros cien pacientes ( grupo de estudio) fueron curados localmente con solución salina también al 9%, pero agregando miel en una capa que se expandió por la herida en su profundidad y superficie.

Afecciones evaluadas

Ambos tratamientos se destinaron a heridas abdominales sépticas posquirúrgicas, accidentales infestadas y abscesos calientes.

En el segundo grupo se efectuaron 98 cultivos el primer día antes de proceder a la cura, al cuarto día de curación y al paso de los días subsiguientes: 82% de ellos continuaron evolucionando favorablemente.

Heridas abdominales sépticas posquirúrgicas, accidentales infestadas y abscesos calientes

El primero grupo, al contrario, con 95 cultivos, obtuvo 35 positivos en una segunda ocasión.

Complicaciones

El Grupo de Control registró 19 complicaciones, como alergia a la nitrofurazona, necesidad de cambio de antibiótico por retroceso y sepsis después del cierre en una tercera intención.

Finalmente, los pacientes se curaron aunque luego de un tiempo prolongado.

En el Grupo de Estudio, no hubo dificultades ni reacciones adversas a la miel.

Las diferencias fueron notables en cuanto a la miel.

Por qué es mas propicia la miel; baja cantidad de agua

Un microorganismo precisa una concentración mínima de agua para su reproducción.

La miel crea un medio con bajo contenido de agua, en razón de que el plasma y la linfa migran fuera del tejido hacia la solución, e inhiben el crecimiento bacteriano justamente por la reducción del agua del sustrato.

· Proporción de nutrientes al tejido dañado

La linfa, por su parte, brinda nutrientes al tejido.

La miel atrae macrófagos que participan en la «limpieza de la herida», acelera el desprendimiento del tejido desvitalizado, necrótico o gangrenoso, provee una fuente de energía local y forma una capa protéica protectora.

Reúne, asimismo, condiciones desodorizantes, ya que las bacterias usan glucosa en lugar de aminoácidos para su metabolismo, y generan ácido láctico en vez de sustancias malolientes (amonio, aminas y compuestos azufrados).

· Tejido de granulación, factor antibacteriano

El tejido de granulación de la miel es una señal de progreso contra las heridas sépticas.

Propicia la cicatrización por la acción que ejerce sobre la división celular, la síntesis y maduración del colágeno, la contracción y reconstrucción epitelial y el mejoramiento del equilibrio nutricional.

· Protección de radicales libres

La miel tiene un factor antibacteriano, caracterizado por su alto contenido en peróxido de hidrógeno, tal como alta concentración de antioxidantes, que salvaguarda al tejido de radicales libres.

· Antiinflamatoria

Es antiinflamatoria, baja el edema, el exudado y el dolor local.

Su acidez (inferior a pH 4) produce una acción antibacteriana de los macrófagos, ya que un pH ácido dentro de la vacuola se asocia con lisis bacteriana, reduciendo simultáneamente la formación de amonio tóxico.

En consecuencia, la acidificación coadyuva a la cicatrización.

Conclusiones

La miel pura, sin someterla a ningún calentamiento, cura cualquier herida séptica independientemente de su localización y es segura para contrarrestar cualquier germen que colonice la lastimadura.

Sus fuertes propiedades desodorizantes y de limpieza adelantan la etapa de cicatrización, y forman un tejido de granulación útil que cierra precozmente las heridas.

Otra fuente consultada: doctor Fuentes P inzón Universidad Rafael Belloso Chacín (URBE) , Venezuela

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