segunda-feira, 25 de novembro de 2013

Zumo de pomelo contra los quistes renales

Un estudio publicado en British Journal of Pharmacology ha identificado que un componente del pomelo y otros cítricos, el flavonoide naringenina, bloquea con éxito la formación de quistes renales. Conocida como la enfermedad poliquística del riñón, es un trastorno hereditario que conduce a la pérdida de la función renal, la presión arterial alta y la necesidad de diálisis, con pocas opciones de tratamiento actualmente disponibles
Un equipo de las universidades Royal Holloway, St. George's, Universidad de Londres y Kingston University London, todas en Reino Unido, utilizaron una simple ameba unicelular para identificar que la naringenina regula la proteína PKD2 responsable de la enfermedad poliquística del riñón, y como resultado, bloquea la formación de quistes. «Es un importante paso adelante en la comprensión de cómo un poliquístico puede controlar la enfermedad renal», señala Robin Williams, de la Universidad Royal Holloway. «En este estudio, hemos demostrado la eficacia de la ameba 'Dictyostelium' en el descubrimiento de nuevos tratamientos y sus dianas. Habiendo aplicado el mismo método de prueba en nuestros trabajos sobre la epilepsia y tratamientos bipolares, es evidente que este nuevo enfoque podría ayudar a reducir la dependencia de los ensayos con animales y proporcionar importantes mejoras», destaca Williams.

Paso a pacientes

Para probar cómo este descubrimiento podría aplicarse en la clínica, el equipo utilizó una línea celular de riñón de mamífero y desencadenó la formación de quistes en estas células. Los científicos fueron capaces de bloquear la formación de los quistes añadiendo naringenina y vieron que cuando los niveles de la proteína PKD2 se redujeron en las células renales, se bloqueó la formación de quistes, lo que confirma una conexión.

Mark Carew, de la Universidad de Kingston, comenta que ya se ha puesto en marcha una «investigación adicional para entender la acción de naringenina en el nivel molecular. Este trabajo se centrará en analizar la función de la proteína PKD2 como regulador del crecimiento celular». De hecho, este estudio es un buen ejemplo de cómo los productos químicos identificados en las plantas pueden «ayudar a desarrollar nuevos fármacos para el tratamiento de la enfermedad», añade Debbie Baines, de la Universidad de St. George.

La enfermedad renal poliquística autosómica dominante afecta a entre una de cada diez personas en diálisis y una de cada ocho con un trasplante de riñón. Así, este hallazgo porque puede dar esperanza de un futuro nuevo tratamiento para la enfermedad renal poliquística.

Publicado por Alcer Bizkaia Bilbao en domingo, octubre 13, 2013
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